La nieta del señor Linh, Philippe Claudel



Cuando nos encontramos en un país que no es el nuestro y con un idioma distinto, nos sentimos solos.

Buscamos algo a lo que aferrarnos, algún lugar o a alguien que se convierta en "nuestro", para así sentirnos en "casa" y de alguna forma mantener nuestra identidad.

Y cuando lo logramos, por más pequeño que sea el lugar o la persona que nos hace sentir “como en casa”, cuando sentimos esa calidez interna, es ahí que volvemos a sentirnos completos.

“...cuando inspira no percibe nada. Está claro que aquel país no huele a nada, a nada familiar o agradable. Sin embargo, el mar no está lejos.(...)Pero, por más que inspira, cierra los ojos y vuelve a inspirar, no consigue precibir el olor del mar, esa mezcla de humedad, salitre y pesacado abandonado al sol,...”



“Cuando el señor Bark habla, el señor Linh lo mira y escucha con mucha atención, como si lo comprendiera todo y no quisiera perderse nada del sentido de sus palabras. Lo que comprende el anciano es que el tono del señor Bark trasluce tristeza, una profunda melancolía, una especie de herida que la voz subraya, acompaña más allá de las palabras y el lenguaje, algo que la recorre como la savia recorre el árbol sin ser vista.”


La familia y la aldea del señor Linh ha sido masacrada por la guerra. Solo sobreviven él y su nieta, Sang Diu.
Con todo el dolor en el alma, emprenden una viaje a un país desconocido con un idioma diferente.

Viviendo provisoriamente en un apartamento de refugiados, el señor Linh solo cuida de su nieta y pasea por el barrio.
 En esos paseos conoce al señor Bark, un hombre grande, que fuma mucho y tiene un tono de voz muy triste. Un afecto inmediato surge entre estos dos hombres que hablan diferentes lenguas, pero que se comprenden a través del silencio y de gestos.

Un día al señor Linh lo trasladan a un hospico del cual no puede salir. Pero abrumado por la tristeza y con mucha determinación, decide escaparse para encotrar a su amigo.

La cantidad de sensaciones y sentimientos que transmite la historia, me asegura que no olvidaré fácilmente éste libro.
Que a pesar de ser corto, de narrativa sencilla, y la historia lineal, transmite ternura, incertidumbre, dolor, tristeza y alegría.
 Y son éstas historias las que nos quedan arraigadas al alma y que me gusta compartir.




Philippe Claudel (Nancy, 1962) ha sido profesor y guionista de cine y televisión. Además de dar clases en liceos y en la Universidad de Nancy II, dedicó su tiempo libre a enseñar a niños discapacitados y a presos.
 Sus novelas y cuentos han sido objeto de numerosos galardones: entre ellos, el premio France Télévision por J’abandonne, el Bourse Goncourt de la Nouvelle por Petites mécaniques y, finalmente, el prestigioso premio Renaudot por Almas grises (SALAMANDRA, 2005). Por su parte, La nieta del señor Linh (SALAMANDRA, 2006) permaneció en las listas de libros más vendidos desde su aparición.
 Philippe Claudel ha escrito y dirigido también dos largometrajes: Hace mucho que te quiero, galardonada con dos Premios César, y Silencio de amor.
Claudel es miembro de la Académie Goncourt y sigue residiendo en Dombasle, en Lorena, la región en la que se crió.



Comentarios

  1. Buena reseña, Alessa. Yo lo tengo cargado en el kindle desde hace tiempo, pero, por una cosa o por otra, siempre me decido por otras lecturas. Parece que ya va siendo hora de darle una oportunidad. Además dejas caer algunas pistas que hacen con que sala de aquí con interés reforzado.

    Muy buen también la cita que has seleccionado. Ya sabes que tengo una cierta debilidad por estas historias de pocas páginas que se quedan arraigadas al alma. Un beso,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una historia simple y en esa simpleza están todas las cosas. No te va a llevar más de 2 días leerla (que fue lo que me llevó a mí, así que a vos calculo que mucho menos jaja!)
      Me alegro que te haya gustado. Un beso :)

      Eliminar
  2. Llego aquí gracias a un retweet de Offuscatio...y me ha encantado llegar.
    Este libro me dejó muy buen sabor de boca cuando lo leí. Como dices, tiene con qué quedarse en uno.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encanta que te haya gustado llegar! Es un espacio importante para mí y el objetivo es compartir impresiones y lecturas.
      Qué bueno que compartimos la sensación duradera del libro.
      Un beso :)

      Eliminar
  3. Hola Aless,

    Muy buena reseña, reconozco lo poco que conozco de Philippe Claudel en lo que dices y en las citas. Me gustó mucho Almas grises y seguiré con este, le tenía echado el ojo pero no encontraba el momento, me vendrá bien para escapar un poco d elos líos literarios en los que me meto. Un beso :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jose yo lo leí por el mismo motivo, para despejarme de la intensidad de Tavares jaja! Y ya ví que voy a leer en algún momento Almas grises y El informe Brodeck que los tengo anotados. Es un libro muy tierno.
      Un beso :)

      Eliminar
  4. Me hice con un ejemplar de esta novela en su versión francesa y la tengo ahí, encima de la mesa, reclamando su momento. Y ya soy unos cuantos por aquí que la habéis leído y la habéis disfrutado. Me ha gustado tu reseña. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Manel! Es un libro cortito y se lee(si tenés tiempo) en poco rato. Y lo recordás por más tiempo. Un beso!

      Eliminar
  5. Leí este libro hace unos años y guardo un recuerdo magnífico de él. Me pareció muy tierno y me encantó la forma de escribir del autor. Merece la pena...
    Hace poco empecé a leer "Almas grises" y no lo terminé, me aburrió. Pero igual no era el momento.
    Ha sido genial recordarlo leyendo tu reseña.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estaba pensando en seguir con Almas grises, voy a tener que pensarlo bien. Bueno nos hemos ayudado a recordar mutuamente, porque me pasó lo mismo con "tu" Desgracia de Coetzee. Un beso y gracias por pasar por acá :)

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares