Sala 8 por Mauricio Rosencof
Cuando termino de leer un libro, me
quedo pensando unos días la historia, en las sensaciones que me
produjo, en su final; si es abierto a la imaginación y a la
reflexión, o que pasó por la cabeza del autor.
No siempre se me hace fácil exponer
enseguida lo que pienso del libro y organizar lo que está en mi
cabeza.
Y sigo leyendo otro y otro y otro más,
y sigo sin escribir. Empiezo a imacientarme sin encontrar el tiempo
ni el lugar adecuados para expresarme.
Hasta que un libro me hace sentir
muchas emociones fuertes y se produce un click en mi cabeza. Y así
vuelvo a éste lugar, que es la forma que encontré de compartir lo
que tanto me gusta.
el verso que te escribo.
Una tarde quedará suspensa
la palabra que no cierra el punto,
y serán sus letras solo tinta fría.
Pero tú comprenderás mi amor,
aún en el verso
que no escriba.”
“Suelo rondar, desde que no estoy,
por la Sala8.”
Así empieza esta historia de un
desaparecido por la dictadura, que estuvo mientras vivió y está,
porque “las almas de los que no recibían sepultura ni rito
funerario alguna estaban condenadas a vagar eternamente.”(según
los griegos), hasta ser trasladado a la morgue y a su solución
final.
Esta historia es la que no debemos
olvidar los uruguayos. Es la de los desaparecidos que nunca fueron
enterrados, de sus padres, madres, hermanos y amigos que no pudieron
llorarlos.
La paz de los muertos y la propia se
encuentra cuando tenemos la verdad frente nuestro.
Los recuerdos se desvanecen con el
tiempo y solo nos quedan fragmentos de imágenes y situaciones
vivídas. Pero la memoria perdura.
Rosencof construye la historia
mezclando la ficción con la realidad.
Juega con los tiempos verbales (“Uno
estuvo, está ahí, aunque ya no esté, porque no sé adónde fui a
dar.”) y maneja la ternura y el humor exquisitamente. Da placer
leer algo tan bien escrito y sentirse parte de esa memoria.
“Esta cosa tan griega que soy
hoy-nada-requiere el retorno a la pertenencia materna para poder
volver a ser (cómo serán los Campos Elíseos?), y ahí me tienen, a
las vueltas o quieto ahí, al pedo. Por qué no me entregan a la
vieja y punto, a otra cosa.”
Hasta las lágrimas...
“-Me gustaría explicarle, Enjuto,
decirle a mamá que los recuerdos son como figuras en la arena. Uno
va dibujando ahí lo que venga. De guacho, una casita con chimenea.
Luego vendrán las iniciales, alguna frase. Un pájaro. Decirle que
con la luna el mar crece y las olas avanzan y atrapan nuestros
sentimientos gráficos, y se los llevan. Los recuerdos son así,
mamá. El mar se los lleva, los guarda, no se disuelven, solo se
desparraman, siguen ahí. Hasta que una nueva ola, convocada por una
nueva luna llena, los vuelva a depositar, y serán las mismas arenas
de entonces las que guardan desparramaditas, en grano, la memoria de
las figuras que fueron. También nosotros, mamá. El cilindro se
viene herrumbrando. Todo se descascara. Pero vos, mamá, cuando asome
la luna, esperame en la orilla del mar.”
Hola, Alessa. Es un placer volver a este rincón literario. He seguido con atención las citas que dejaste caer en Facebook, pero debo confesar que no conocía a su autor. ¿Crees que es una lectura universal? De ser así, me lo apunto. Hace mucho tiempo he leído "Huesos en el desierto" sobre el terrible problema social de Juarez; y me gustó mucho la obra (aunque su veracidad parece ser discutible). En general, tengo una debilidad por los temas sociales. Ya me dirás. Un beso,
ResponderEliminarMarisa, los libros de Rosencof tienen temas universales, el ser humano y todas sus tragedias como ser el holocausto y las dictaduras de las que ningun país de America Latina se ha salvado. El unico problema que podes tener es que utiliza mucho el lunfardo y algunos dichos muy uruguayos. Tal vez si algún día te decides a conocerlo habrá que ver alguno que no tenga lenguaje tan tan uruguayo jaja!
EliminarA mí también me gustan muchos los libros con temas sociales. Habrá que acercarse un poquito más a la literatura mexicana.
Un beso grande
Bueno, ya veo que hay el riesgo de pasarme lo mismo que sucedió con Yuri Herrera. Me costó muchísimo leer una de sus novelas en miniatura debido a los términos más locales que utilizaba. Gracias, Alessa :)
EliminarTengo el Rosencof que me regalaste pendiente, pero no dudes que en breve me pongo con él. Cuando quise saber de Rosencof ya me fijé en su "sala 8" y me pareció una lectura dura. Por lo que describes es dura, pero a la vez tierna. Y necesaria para no olvidar el pasado. Porque a veces tendemos a olvidar el pasado muy facilmente. Besos.
ResponderEliminarSi Manel, Rosencof se encarga de que el pasado no se olvide, escribiendo historias duras pero "sin perder la ternura" como dijo el Ché. ;)
EliminarEspero disfrutes el tuyo, que creo es menos duro que éste.
Un beso grande
Tengo el Rosencof que me mandaste pendiente jajaj, como manel, le tengo muchas ganas, sabes que el tema me toca muy de cerca y tengo que encontrar el momento, me siento atraído por ese tipo de temas pero hay que saber racionarlos. Este que nos traes me lo apunto también. Un beso :)
ResponderEliminarLlegará el momento, siempre le llega el turno al libro ese que espera en la estantería jaja! Sabés que él también escribe poesía?
EliminarUn beso grande