Intimidad de Hanif Kureishi
“Ésta es la noche más triste,
porque me marcho y no volveré. Mañana por la mañana, cuando la
mujer con la que he convivido durante seis años se haya ido a
trabajar en su bicicleta y nuestros hijos estén en el parque jugando
con su pelota, meteré unas cuantas cosas en una maleta, saldré
discretamente de casa, esperando que nadie me vea, y tomaré el metro
para ir al apartamento de Víctor.”
Así comienza y a la vez se resume el argumento
de ésta novela.
Kureishi cava profundo y saca los pensamientos más sórdidos y ocultos del ser humano a partir de una decisión ya tomada.
Kureishi cava profundo y saca los pensamientos más sórdidos y ocultos del ser humano a partir de una decisión ya tomada.
Es un diálogo interno, abierto y honesto; un debate
consigo mismo, la muerte del amor. La contraposición entre la pasión
y el deber es contada sin tapujos, desnudando su alma sin temor a ser
juzgado.
Reflexiona sobre el fracaso: "no es algo que se pueda controlar, no depende de uno", y el deseo: "Me interesa cómo nos sorprendemos a nosotros mismos y cómo quedamos reducidos por el deseo". Los instintos primarios surgen en el protagonista dando lugar a sentimientos confusos e inconfesables para cualquiera.
Es una obra compleja en su contenido, pero sencilla en su forma.
Reflexiona sobre el fracaso: "no es algo que se pueda controlar, no depende de uno", y el deseo: "Me interesa cómo nos sorprendemos a nosotros mismos y cómo quedamos reducidos por el deseo". Los instintos primarios surgen en el protagonista dando lugar a sentimientos confusos e inconfesables para cualquiera.
Es una obra compleja en su contenido, pero sencilla en su forma.
“La gente no quiere que disfrutes
demasiado, creen que es malo para tí. Podrías empezar a desearlo a
todas horas. ¡Qué perturbador es el deseo! Es un demonio que nunca
duerme ni se está quieto. El deseo es travieso y no se pliega a
nuestros ideales, y por eso tenemos tanta necesidad de ellos. El
deseo se mofa de todos los esfuerzos humanos y los hace dignos de
consideración. El deseo es el anarquista primigenio y el primer
agente secreto; no es sorprendente que la gente quiera verlo
arrestado y a buen recaudo. Y justo cuando creemos que lo tenemos
bajo control, nos defrauda o nos llena de esperanza. El deseo me hace
reír porque nos convierte a todos en idiotas. De todas formas, más
vale ser idiota que fascista.”
Para leerlo tuve que tomar distancia de
mis prejuicios y juicios, relajarme, no cuestionar al autor y
disfrutar de éste maravilloso relato.
“Sin embargo, qué es lo que me hace
creer que debería conseguir lo que quiero? Desde luego, no puedes
estar reemplazando constantemente a la gente que no sacia tus
necesidades.”
Hanif Kureishi es de orígen pakistaní
nacido en Inglaterra. Ray Loriga (escritor y director de cine
español) lo define así: Kureishi es un escritor joven, capaz de
reconocer algo del desasosiego de kerouac y reciclarlo en un libro de
colores y olores inconfundiblemente británicos y capaz de hablar de
Sam Shepard, de los Rolling Stones, David Bowie, Scorsese, los Doors,
Nick Lowe, Elvis Costello, los Sex Pistols o Ian Dury con propiedad,
con un estilo sencillo y un sentido del humor brillante, pero no
frío, que lo cuestiona todo, incluido al propio autor, con asombrosa
sinceridad.
Hola, Alessa. De vez en cuando me pregunto qué estarás leyendo; hace ya tiempo que no hacemos una de esas megas lecturas conjuntas, que dan paso a largos debates. Esta novela la he apuntado justo ayer cuando me la recomendaste en goodreads, sólo me queda comprobar su extensión para ver si aún le puedo hacer un hueco este año. Besitos,
ResponderEliminarMarisa es una novela corta que se lee en poco tiempo. Imagináte que a mí me llevó solo una semanita jaja! Ahora estoy con el último de Murakami "Los años de peregrinación del chico sin color", que me está gustando mucho, aunque mi experiencia con éste autor es solo haber leído 1Q84. Yo extraño también hacer una lectura en conjunto, estaba con El arco iris de Pynchon pero creo que me bajé solita. Tengo unos cuantos títulos pendientes así que te paso por twitter los títulos y vos propones otros, te parece? :) un beso y gracias por pasar por acá
EliminarYo todavía no he leído nada de Murakami, aunque Rafa ya me ha indicado que camino debo seguir :) Puedes decirme los títulos..puede que me anime con alguno. No obstante, también es cierto que voy con un ritmo bastante irregular.
EliminarYo, si es por proponer, digo Mishima. Mi descubierta de 2013 (aunque llego bastante tarde..heheheh). Besos
Hola Alessa. Yo escuché hace mucho tiempo hablar de este hombre. En concreto un libro cuyo argumento venía centrado en lo televisivo. De todos modos, el principio suena muy bien. Me recuerda un poco a La Música del Azar de Auster. En todo caso, esas portadas amarillas de Anagrama siguen siendo ineludibles. A mí me siguen encantando. En fin, saludos desde Deutschland.
ResponderEliminarHola Diaz-Rullo! La música del azar no lo he leído, aunque varios otros de Auster sí. Kureishi es un autor que no conocía. Luego de éste libro seguro voy a buscar otro. Y es verdad lo que decís, Anagrama tiene muy buenos títulos. Este libro me hace acordar, más por su forma que por su tema, a Teju Cole y su "Ciudad abierta". Un gusto que me hayas leído y mi saludo parte de Uruguay! :)
EliminarHola Alessa, qué buenísima pinta tiene esta novela. No la conocía pero te la robo si no te parece mal.
ResponderEliminarMe encanta descubrir nuevas lecturas
Besos
Creo que te va a encantar. Ya me contarás. Yo ya he robado unas cuantas de tu blog jeje. Un beso
ResponderEliminarA mi no me gustó nada, ni su final tan abierto, ni su protagonista, ni casi nada :-( Un besote!!
ResponderEliminarHola Meg! No es un tema fácil de leer como si nada
ResponderEliminarPorque uno piensa y siente. Hasta empatizamos con personajes y situaciones. Aquí es muy difícil digerir el tema y el personaje. A mi me costo mucho. Un beso
Este lo que más me gustó fue el final abierto a la especulación pero al protagonista me daban ganas de soltarle un buen tortazo, jejeje.
ResponderEliminarBesos
Un hombre difícil...el final me gustó también, que no quedara nada por sentado, ya que en esas situaciones es difícil saber que va a suceder en el futuro. Besos Marilú
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