La ciudad por Mario Levrero
Mario Levrero nació en Montevideo,
Uruguay en 1940 y murió en el 2004. Fue fotógrafo, librero,
guionista de cómics, humorista y redactor jefe de revistas de
ingenio. Publicó las novelas: La ciudad (1970), París (1980), El
lugar (1984), Dejen todo en mis manos (1994), El alma de Gardel
(1996) y El discurso vacío (1996). Al morir dejó inédita su última
obra, La novela luminosa.
También publicó libros de cuentos y diversos relatos para una columna periodística entre 1996 y 1998.
También publicó libros de cuentos y diversos relatos para una columna periodística entre 1996 y 1998.
Estuvo a cargo de diversos talleres de escritura incluyendo el taller virtual Letras Virtuales que acutalmente dirige Gabriela Onetto.
Levrero fué uno de nuestros mejores y más prolíficos escritores poco conocidos en Uruguay hasta después de su muerte.
La revista argentina “El Péndulo” lo definió como “uno de los maestros rioplatenses del relato inclasificable”. Su literatura suele compararse con autores identificados como “raros” si hablamos de Kafka, Felisberto Hernández, Melville (el de Bartleby), Boris Vian y Lewis Carroll.
“En el proceso de creación de mis
textos, no existe una planificación consciente o voluntaria, sino
que escribo tratando de prestar atención a lo que surge; la voluntad
la aplico en la etapa de corrección.”
La narrativa de Mario Levrero no puede encasillarse en el género fantastico ni en el de ciencia ficción.
Los extraños mundos de sus relatos
están contados en primera persona, con un lenguaje claro,
absolutamente sencillo y con un estilo directo, lo que hace que el
lector se sienta atrapado desde el inicio, para luego empatizar con
el protagonista sin haberse dado cuenta.
Unos mundos donde el tiempo y el
espacio empiezan a sufrir desconexión, manejados a antojo del
autor, metamorfoseandose inquietantemente.
La primera novela que leí de Levrero
fué El discurso vacío y honestamente no me gustó, no la entendí y
me cerré a leer algo más de él. Pero con el tiempo me inquietaba
que todo el mundo elogiara su obra y dijeran lo fantástico que era...
y yo sin entenderla.
Un amigo librero me convenció de darle
una nueva oportunidad y me recomendó éste libro.
Cuando lo empecé no pude sacarle los
ojos de encima. Me atrapó y me sumergí en él hasta
que lo terminé en dos días.
El personaje sin nombre en un lugar sin nombre, que se va dejando llevar sin tomar ninguna decisión, siguiendo el curso de las cosas. Sale en busca de querosene una noche de lluvia y termina perdido en la carretera, donde lo levanta un camión y él le pide que lo lleve a algún lugar. El camionero va a compañado por una mujer, y al amanecer los hace bajarse en medio de la nada , acusandolo de querer propasarse con ella. El paisaje sin nada más que unos árboles perdidos, sin autos que circulen, más el calor del sol, la humedad y el cansancio son determinates en el ánimo del personaje, sin voluntad aparente, para hacerle caso a la mujer y tomar un camino que surge sin pensarlo siquiera.
“Veo allá lejos una ciudad, es a la
que te refieres?
Es posible, pero no comprendo cómo
puedes avistar allá una ciudad, pues yo sólo veo algo desde que me
lo indicaste, y nada más que algunos contornos imprecisos en la
niebla.” Kafka
Como salido de la nada, se encuentra
con una estación de servicio y un pueblo, donde no circulan
vehículos y debe haber unas cinco personas, más una tienda repleta
de articulos llamativos y un dependiente que juega con autitos de
juguete. También hay un bar y una zapateria que no la atiende nadie
y uno puede entrar, tomar los zapatos que necesite y pagar algún
día.
Llegados a éste punto de la novela
(que no estoy contando tal cual), la realidad se nos empieza a
distorsionar. Empezamos a sentir la opresión del protagonista y no
sentimos asfixiados por esa falta de decisión. Los acontecimientos
se suceden sin poder evitarlos. Todo se vuelve caótico y fantástico,
con situaciones absurdas que rayan el límite de la cordura.
“-¡Basta!-grité-. No quiero escuchar una palabra más. Esa es mi historia y no la tuya. Donde sigas hablando te dejaré sola.
-Yo no miento-murmuró. Luego siguió
hablando-. Sucede que ves las cosas desde tu punto de vista, y cuando
crees que algo es de una manera determinada no puedes admitir que, en
la realidad, pueda ser de otro modo.-”
Para más adelante revelarnos sus
temores: "Fue en ese momento que descubrí el temor que me dominaba. Cuánto tiempo hacía que vivia preocupado por lo imprevisto? Quizás desde que salí de la casa, en busca del almacén; quizás desde mucho tiempo atrás, o desde siempre. Pero recién allí, y en ese momento, palpé clara,
conciente, casi diría objetivamente, ese temor que habitaba en mí
en forma subterránea. Lo palpé como a un objeto grande que topara
en la oscuridad de un cuarto cerrado; pero me resultaba un objeto
familiar, como un ropero; en el momento no pensé tantas cosas y me
limité a reconocerlo y sorprenderme.”
Y lo mejor de todo es que cuando
termine de leerla, sentí que mi mente había quedado en pausa,
sumergida en ese mundo que no parecia real, pero que bien podría
estar en mi interior y no saberlo.
Pues con las orejillas gachas te digo lo que una vez ya te conté: no conozco a este autor aunque le pondré remedio. Me alegro de que hayas publicado reseña, ya hacía tiempo que no te leíamos exponiendo. Voy a ver si consigo el libro. Un beso y feliz Navidad :)
ResponderEliminarEsta reseña me ha costado trasnochar más las peripecias de hoy que no podía cargarle fotos y luego eliminé la reseña armada...y del susto me olvidé que la tenía respaldada..casi sucumbo jaja!! Ahora seriamente, creo que es un autor que sería interesante discutir en una conjunta. Dentro de todo el lenguaje sencillo que utiliza tiene muchos elementos para discutir...y un final extrañisimo.
ResponderEliminarBesos a tí y Felices fiestas! :)
Pues propón una conjunta :) A mí m atrae la propuesta aunque no sé con cuál empezar o si a ti te quedan muchos por leer. :)
EliminarPues una vez más me haces un descubrimiento. y veo a Yossi hablando de conjuntas!
ResponderEliminarNo doy a basto y todo me gusta... ante eso solo puedo decir una cosa
Gracias
Besos
De conjuntas vamos a estar hastas el moño éste año jajaja!!! Esta en cualquier momento la propongo, solo voy a dejar pasar un tiempito, tenemos mucho por delante.
EliminarY si en algún paseo por alguna librería te encuentras con Levrero no lo dudes. :)
Besos
Ya.. sabes que jamás me apuntaba a conjuntas? eso me lo habéis cambiado, porque no hay plazos para reseñas, sólo disfrutar compartiendo. Os lo tengo que agradecer, así que sí, si lo veo en alguna librería no lo dudaré
EliminarBesos
Hola,
ResponderEliminarMe han dado ganas de leerme este libro,
No he leído algo del autor, ni siquiera lo conocía, pero me lo voy apuntar,
Acabo de descubrir el blog hasta muy bien, así
que me voy a quedar como seguidora.
Un saludo.
Hola Yo me llamo Cata! Me alegro que estés acá. Bienvenida! :) A Levrero lo descubrí con éste libro, creo que vale la pena leerlo, es muy interesante.
EliminarUn beso
No conocía al autor. Seguiré investigando antes de decantarme por leerlo o descartarlo definitivamente.
ResponderEliminarHola albanta. Bienvenida a mi espacio.
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